
Pintura al óleo de 1867 del Monasterio de Vatopedi que retrata a San Atanasio III Patellaros, Patriarca de Constantinopla, en su madurez.
Frente a nosotros se presenta una figura robusta, casi severa, vestida con la majestuosidad de las vestiduras patriarcales. Es San Atanasio III Patellaros, tal como se captura en esta pintura al óleo de 1867, que se conserva en el Monasterio de Vatopedi. Esta obra no es solo una imagen religiosa; es un testimonio histórico, una ventana visual al agitado siglo XVII. La vida de este hombre fue una aventura incesante. Nacido en Rethymno alrededor de 1597, Atanasio vivió en una época de cambios radicales y conflictos que moldearon el rumbo del mundo ortodoxo, destacando las complejas relaciones entre la iglesia griega y la rusa. La historia de la iglesia rusa está llena de momentos decisivos de interacción (Lállos). Pero, ¿cómo puede un retrato capturar la esencia de una vida marcada por tres patriarcados, exilios y una muerte lejos de su tierra natal? La respuesta se encuentra en los detalles de la representación, que nos invitan a descifrar un camino lleno de fe, diplomacia y sufrimiento, iluminando un período crucial para la ortodoxia (Miron).
Una Vida Dedicada a la Iglesia y la Diplomacia
El ascenso de Atanasio Patellaros al Trono Ecuménico fue rápido y lleno de desafíos. Estudió filosofía y teología, destacándose por su erudición, y pronto alcanzó los más altos cargos eclesiásticos, llegando a ser Metropolitano de Tesalónica. Su primera elección como Patriarca de Constantinopla, en 1634, fue extremadamente breve, durando solo cuarenta días, ya que las intrigas y las intervenciones de la Puerta Alta llevaron a su inmediata destitución, una práctica común en esos tiempos turbulentos.
No se rindió. Regresó por segunda vez al trono patriarcal en 1635 por solo unos días, y por tercera y última vez en 1652, permaneciendo nuevamente por un breve período. Estos mandatos intermitentes, en lugar de debilitarlo, lo convirtieron en un diplomático experimentado y un incansable viajero en busca de apoyo para el sufriente pueblo ortodoxo. Su constante preocupación por la supervivencia del Patriarcado y de las comunidades ortodoxas bajo el yugo otomano lo llevó a buscar la ayuda de la Rusia ortodoxa. ¿Quién podría imaginar que este atormentado jerarca encontraría su último y quizás más importante papel a miles de kilómetros de distancia, en el corazón del imperio ruso? Allí, en la corte del Zar Alexei, Atanasio se conectaría estrechamente con una de las figuras más emblemáticas y controvertidas de la historia rusa, el Patriarca Nikon (Spinka). El ascenso de este último al poder fue un acontecimiento que transformó para siempre el panorama (Lobachev).
La presencia de Atanasio en Moscú coincidió con el inicio de una gran crisis religiosa. El Patriarca Nikon, una figura dinámica y autoritaria, había comenzado una amplia reforma eclesiástica destinada a corregir los libros y prácticas litúrgicas rusas, para alinearlos completamente con los estándares griegos de la época (Kain). Aunque esta iniciativa era teóricamente correcta, provocó enormes reacciones, dando lugar al famoso Cisma de los Viejos Creyentes (Raskol), que dividió profundamente al pueblo ruso durante siglos. Atanasio III, con el prestigio de ser un ex Patriarca Ecuménico, proporcionó a Nikon el respaldo teológico y moral necesario, argumentando que los cambios eran esenciales para el retorno a la auténtica tradición ortodoxa. Habiendo vivido un tiempo en el Monte Athos, trajo la autoridad de la Grecia oriental, ayudando al pueblo ruso con su palabra, obras y escritos, en un momento en que la vida de Nikon estaba en el centro de los acontecimientos (Шушерин). Falleció en 1654 y fue enterrado sentado en su trono, de acuerdo con una antigua costumbre, como símbolo de eterna vigilancia pastoral. Su memoria es honrada como santo, San Atanasio el Sedente, tanto por la Iglesia Griega como por la Rusa.

El rostro de San Atanasio III se presenta con realismo, destacando la sabiduría y las adversidades que marcaron su tumultuosa vida.
Bibliografía
Kain, K. La imagen del Patriarca Nikon en la historia y cultura rusa. 2004. Western Michigan University, tesis doctoral.
Lállos, A. Historia de la iglesia rusa: la teoría de la Tercera Roma. dspace.lib.uom.gr.
Lobachev, S. V. “El ascenso del Patriarca Nikon al poder”. Slavonic and East European Review, 2001.
Miron, C. La ortodoxia en las descripciones de los occidentales (siglos XIV-XVII). 2010. Universidad Aristóteles de Tesalónica, tesis doctoral.
Шушерин, И. К. De campesino a patriarca: relato del nacimiento, levantamiento y vida de Su Santidad Nikon, Patriarca de Moscú y de toda Rusia. 2007. Lexington Books.
Spinka, M. “El Patriarca Nikon y la sujeción de la iglesia rusa al estado”. Historia de la Iglesia, 1941.

